Se denomina Guerra Fría al
enfrentamiento ideológico que tuvo lugar durante el siglo XX, desde 1945
(fin de la Segunda Guerra Mundial) hasta el fin de la URSS (que
ocurrió entre 1989 con la caída del muro de
Berlín y 1991 con el golpe de Estado en la URSS), entre los
bloques occidental-capitalista liderado por Estados Unidos,
y oriental-comunista liderado por la Unión Soviética.
Este enfrentamiento tuvo lugar a
los niveles político, ideológico, económico, social, tecnológico, militar,
informativo e incluso deportivo.
Ninguno de los dos bloques tomó
nunca acciones directas contra el otro, razón por la que se denominó al
conflicto "guerra fría".
Estas dos potencias se limitaron
a actuar como ejes influyentes de poder en el contexto internacional y a la
cooperación económica y militar con los países aliados o satélites de uno de
los bloques contra los del otro.
Si bien estos enfrentamientos no
llegaron a desencadenar una guerra mundial, la entidad y la gravedad de
los conflictos económicos, políticos e ideológicos, que se comprometieron,
marcaron significativamente gran parte de la historia de la segunda mitad
del siglo XX. Las dos superpotencias ciertamente deseaban implantar su
modelo de gobierno en todo el planeta.
Los límites temporales del
enfrentamiento se ubican entre 1945 y 1947 (fin de
la Segunda Guerra Mundial y fin de la posguerra, respectivamente)
hasta 1985 (inicio de la Perestroika)
y 1991 (disolución de la Unión Soviética).
La política de bloques después de la Segunda Guerra Mundial: la Guerra Fría.
El término "guerra fría" fue por primera vez utilizado por el
escritor español Don Juan Manuel en el siglo XIV. En su acepción moderna fue
acuñado por Bernard Baruch, consejero del presidente Roosevelt, quién utilizó
el término en un debate en 1947 y fue popularizado por el editorialista Walter
Lippmann.
Este concepto designa esencialmente la larga y abierta rivalidad que
enfrentó a los estados Unidos con la Unión Soviética y sus respectivos aliados
tras la segunda guerra mundial.
Este conflicto fue la clave de las relaciones internacionales mundiales
durante casi medio siglo y se libró en los frentes político, económico y
propagandístico, pero solo de forma muy limitada en el frente militar.
El motivo de que la "guerra fría" no se convirtiera en
"caliente" fue la aparición del arma nuclear. Antes de la bomba, la
guerra era, como afirmó Clausewitz, la continuación de la política por otros
medios, tras Hiroshima, la confrontación directa entre las potencias llevaba a
la catástrofe general.
Los crecientes arsenales nucleares que las superpotencias fueron acumulando
impidieron una guerra directa que nadie hubiera ganado, sin embargo, los
Estados Unidos y la Unión Soviética y sus aliados utilizaron la intimidación,
la propaganda, la subversión, la guerra local mediante aliados interpuestos...
Iniciada de forma clara y definitiva en 1947, tras un rápido proceso de
deterioro en las relaciones de los antiguos aliados, la guerra fría alcanzó su
cenit en 1948–53. Tras diversos períodos de distensión y enfrentamiento, la
llegada de Gorbachov al poder en la URSS desencadenó un proceso que culminará
con la desintegración de la URSS en 1991. La guerra fría había concluido.
El bloque occidental
Los lazos transatlánticos
Este bloque está conformado y dirigido por países de economía capitalista
con un alto nivel de desarrollo y sistemas políticos democráticos. El
levantamiento de las trabas al comercio mundial patrocinado y gestionado por
instancias internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el
GATT propiciaron los intercambios comerciales y monetarios, lo que evitó
tendencias aislacionistas.
Sin embargo, la gran cuestión que va a llevar a que los Estados Unidos se
lancen, contrariando sus tradiciones históricas, a la conformación de un bloque
constituido en torno a alianzas, será reforzar a una Europa Occidental,
totalmente necesaria para no perder la guerra fría.
La Doctrina Truman y, sobre todo, el Plan Marshall constituyeron los dos
primeros pasos de la nueva postura norteamericana. La reconstrucción de las
economías europeas y la consecución de una cierta estabilidad social fueron
elementos clave de la "contención" del comunismo en Europa.
El European Recovery Program, más conocido como Plan
Marshall, hizo que EE.UU. planteara la necesidad de una coordinación económica
europea. Así, en 1948, nació la Organización Europea de Coordinación Económica
(OECE), embrión de la futura Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económico (OCDE). La conclusión de este proceso de conformación del
bloque occidental concluyó en 1949 con la firma del Pacto Atlántico y la constitución al año siguiente de la
OTAN, la gran alianza militar occidental.
Los inicios de la construcción europea
Los EE.UU. van a jugar un papel esencial en la posguerra empujando a la
Europa Occidental hacia la construcción de la unidad europea. La "idea
europea" no era nueva. Ya tras la primera guerra mundial, durante el
período de entreguerras figuras como Coudenhove-Kalergi o estadistas como
Aristide Briand defendieron un proyecto integrador que fracasó estrepitosamente
tras la depresión de 1929 y el ascenso de los fascismos.
Tras la segunda guerra mundial, diversas iniciativas llevaron a la adopción
de los primeros pasos concretos en el camino de la integración. En mayo de
1948, más de 750 figuras europeas, muchos prominentes políticos entre ellos, se
reunieron en elCongreso de La Haya y en 1949 nacía el Consejo de Europa.
Sin embargo, fue en el bienio 1950-1951, cuando en Corea se iniciaba el
primer "conflicto caliente" de la guerra fría, cuando se tomaron los
principales pasos que iniciaron el proceso de integración: la Declaración Schuman y su inmediata consecuencia la creación de
la Comunidad Europea del Carbón y el Acero
(CECA).
La Europa occidental había iniciado un camino unitario en el que la
integración económica tenía un papel esencial. La firma de los Tratados de Roma
en 1957 y el nacimiento de la Comunidad Económica Europea será el siguiente y
decisivo paso.
Una red mundial de alianzas
La guerra fría y la experiencia histórica del período de entreguerras
llevaron a los EE.UU. a dar un giro histórico en su tradicional aislacionismo.
Más allá de los lazos trasatlánticos con la Europa Occidental, la Secretaría de
Estado norteamericana se lanzó a la construcción de una serie de alianzas internacionales
que consolidaran al bloque occidental:
• Ya en tiempos de Truman se firmó en 1947 el Tratado de Río con veinte países latinoamericanos. Esta
iniciativa concluyó en 1948 con la fundación de la Organización de Estados Americanos (OEA). Esta institución ha estado siempre
basada en un desequilibrio de fuerza patente entre la potencia norteamericana y
el resto de los países del continente.
• La guerra de Corea llevó en 1951 a la constitución de una
alianza militar en el Pacífico: el ANZUS (Australia, New
Zealand, United States) y la firma del Tratado de San Francisco
con Japón, antiguo enemigo con el que EE.UU. concluía un tratado de defensa.
• El presidente Eisenhower y su Secretario de Estado Foster
Dulles completaron y sistematizaron la red de alianzas occidental: en 1954
nació la SEATO (siglas en inglés para
la Organización del Tratado de Asia del
Sureste) con Gran Bretaña, Francia, Australia,
Nueva Zelandia, Filipinas, Tailandia y Pakistán; en 1955 se firmó el Pacto de Bagdad, alianza de seguridad en el Próximo Oriente en el que agrupaban Gran
Bretaña, Turquía, Irak, Pakistán e Irán. Al retirarse de la alianza Irak en
1959, este pacto se transformó en elCENTO (siglas en inglés para
la Organización del Tratado del Centro).
El bloque comunista
La segunda glaciación estalinista en la
URSS
Durante los años treinta, Stalin instauró un sistema totalitario fundado en
el control de la población, la represión contra cualquier disidencia, algo que
fue especialmente significativo en el cruento proceso de la colectivización
agraria, la planificación económica centralizada y la primacía de la industria
pesada. Si bien la URSS consiguió una rápida industrialización, el costo humano
fue enorme: el sistema de campos de concentración o Gulag es el mejor ejemplo
de los sufrimientos del pueblo soviético.
Durante la guerra, a fin de suscitar la unidad patriótica contra el invasor
alemán, la represión disminuyó y miles de prisioneros fueron liberados. La
victoria de 1945 llevó a Stalin al cenit de su popularidad, era el "Padre
de la victoria".
Sin embargo, en cuanto aparecieron de nuevo las dificultades en la
posguerra, como el hambre de 1946, el viejo dictador volvió a sus prácticas de
terror: las deportaciones masivas al Gulag llevaron a que más dos millones y
medio de personas fueran detenidas en muy corto tiempo.
Las "democracias populares"
El estallido de la guerra fría tuvo como resultado en las zonas ocupadas
por el Ejército Rojo la organización de nuevos estados "satélites" de
la URSS.
Exceptuando en Albania y Yugoslavia donde la triunfante guerrilla comunista
autóctona llevó a los comunistas directamente al poder, el establecimiento de
las "democracias populares" se realizó en un rápido proceso que
culminó en 1948 con el golpe de Praga.
El proceso fue similar en todos los países:
• En primer lugar, la "desnazificación", es decir,
purga de los colaboradores con el Eje que a menudo redundaba también en la
represión contra una parte importante de las clases más acomodadas.
• Formación de "Frentes Nacionales" en los que los
partidos comunistas colaboran con diversas fuerzas democráticas, aunque se
reservan los puestos clave -Interior, Defensa, Economía, Justicia- en los
gobiernos.
• Eliminación de las fuerzas no comunistas y completa
"satelización" del nuevo régimen. La represión contra cualquier
disidencia se veía acompañada por la completa dependencia de Moscú.
En el terreno económico, los soviéticos desmontaron y transfirieron a su
país fábricas completas, así como productos de todo tipo. En general, en los países
conquistados se tendió a organizar las actividades económicas siguiendo las
directrices y los intereses de Moscú. Acuerdos bilaterales entre la URSS y los
diversos países del bloque oriental regularon las relaciones económicas mutuas.
El cisma yugoslavo en 1948 constituyó la primera fisura en el bloque que se
estaba formando en torno a la URSS.
La organización del bloque comunista
La articulación de la Doctrina Jdanov y la creación de la Kominform en 1947
fueron la primera reacción de la URSS tras la ruptura con las potencias
occidentales. La Kominform jugó un papel importante en la movilización
ideológica y en la propaganda en los países comunistas. Tras el cisma
yugoslavo, la Kominform pasó a centrarse en la lucha contra Tito ante el temor
de Stalin a un "contagio" en el resto de las "democracias
populares".
Otro elemento clave de la labor de la Kominform fue la organización del Movimiento por la Paz, esta organización centró sus críticas en el
armamento nuclear norteamericano y lanzó grandes campañas recogiendo firmas que
pedían la prohibición de las armas atómicas. Estas campañas consiguieron el
apoyo de un gran número de intelectuales.
Paralelamente en los "países satélite", una nueva oleada de
purgas (1948-1952) marcó los últimos años de la dictadura de Stalin. Cualquier
intento de iniciar una "vía nacional" al socialismo que no siguiera
al pie de la letra el modelo soviético fue acusado de
"desviacionista" y tildados de "trostkistas" o
"titistas". La realidad fue que aproximadamente un cuarto de la
militancia comunista, muchas veces los militantes más veteranos y con mayor
experiencia de lucha, fueron juzgados, encarcelados o ejecutados. La represión
se convirtió en adelante un rasgo esencial de las "democracias
populares".
En 1949, nació el COMECON (Consejo de Ayuda Mutua Económica), instituto multinacional que agrupaba a
la URSS y a los países del Este con la excepción yugoslava que buscaba el
fomento y la planificación de los intercambios comerciales entre los países del
bloque. Hubo que esperar hasta 1960 para que este organismo funcionara con
plenitud.
La URSS fue creando una red de alianzas que diera coherencia a su bloque.
No obstante, esta red fue mucho menos densa y tardó más en consolidarse. El
gobierno de Moscú fue firmando Acuerdos bilaterales con las "democracias populares" y con la China comunista de Mao.
Hubo que esperar a que pasaran dos años de la muerte de Stalin para que,
con la ocasión del ingreso de la República Federal Alemana (RFA) en la OTAN,
naciera en 1955 el Pacto de Varsovia, alianza militar que unió a la URSS con
todos los países europeos del bloque comunista con la excepción de Yugoslavia.
Se calcula que las fuerzas militares del Pacto ascendían a seis millones de
soldados con un armamento altamente homologado. El mando unificado de estas
tropas quedó en manos de un general soviético.
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